La colaboración entre la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la Comunidad Atacameña de Toconao en la Reserva Nacional Los Flamencos, específicamente en la Laguna Chaxa, es un modelo ejemplar de gestión participativa.

Desde hace más de 20 años, CONAF y la Comunidad de Toconao han trabajado juntos para gestionar esta área protegida, promoviendo el turismo responsable y la educación ambiental. La Laguna Chaxa, situada en el Salar de Atacama, es uno de los principales puntos de interés dentro de la reserva. Es conocida por ser un hábitat crucial para diversas especies de flamencos y otras aves. En estas instancias  la Asociación de Municipalidades del Norte de Chile (AMUNOCHI), visitó la reserva la cual tuvieron guiado y explicación de la Reserva de los Flamencos, donde pudieron apreciar las maravillas de la Laguna Chaxa.

Roberto Cruz, administrador de la Reserva Nacional Flamenco, mencionó “estamos aquí en el sector de Soncor, donde tuvimos la visita de Amunochi. La idea es presentar el proyecto del convenio asociativo que tiene CONAF con las comunidades locales, en este caso en particular con la comunidad Atacameña de Toconao. Es un trabajo que realizamos en el área de ecoturismo y estamos visitando el lugar. Llevamos casi 20 años trabajando y empezamos con el trabajo de conservación, la protección de la Reserva Nacional Flamenco. Hoy estamos trabajando también con la misma comunidad en otro lugar y estamos sumando otra parte que es el área de conservación e investigación con la comunidad”.

“En esta oportunidad tuvimos la visita de Amunochi, donde  entregué  diferentes conocimientos, hablamos de biodiversidad, de la importancia de estos ecosistemas frágiles, vulnerables, delicados. Aquí estamos en la Reserva Nacional Flamenco. La comunidad de Toconao la maneja, una alianza estratégica o modelo de gestión con CONAF. La importancia de estos ecosistemas, la importancia del flamenco, la importancia de los tapete microbianos, de las cianobacterias de este ecosistema, porque mirar la sal es mirar el paisaje de la tierra hace 300 millones de años . Y aquí tenemos un auténtico laboratorio al aire libre”, expreso  Manuel Eric Silvestre Gómez, comunero de la comunidad de Toconao.

La comunidad indígena Lickanantay de Toconao, reconocida por su compromiso con la protección de su entorno y su cultura, participa activamente en la gestión de la laguna. Esto incluye la implementación de senderos interpretativos que permiten a los visitantes aprender sobre la biodiversidad y la importancia ecológica del salar. Además, la comunidad promueve actividades turísticas que incluyen guías locales, fortaleciendo así el vínculo entre el turismo y la conservación​.

Este modelo de gestión conjunta no solo ha favorecido la protección de los recursos naturales, sino que también ha generado ingresos y empleo para los miembros de la comunidad, contribuyendo al desarrollo sostenible de la comuna.

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